Hipersexualidad

La hipersexualidad o adicción al sexo es el deseo de mantener un nivel de comportamiento sexual humano lo suficientemente alto como para ser considerado clínicamente significativo.

Se tiene una necesidad incontrolable por sexo de todo tipo, desde relaciones sexuales con otras personas hasta masturbación o consumo de pornografía.

La hipersexualidad se caracteriza por una frecuente estimulación genital que, una vez alcanzada, puede no resultar en la satisfacción emocional (o sexual) a largo plazo del individuo. En cambio, va acompañada en ocasiones de sentimientos de malestar y culpa. Se piensa que esta insatisfacción es la que alienta la elevada frecuencia de estimulación sexual, así como síntomas psicológicos y neurológicos adicionales.

El concepto de hipersexualidad sustituye los antiguos conceptos de "ninfomanía" (o "furor uterino") y "satiriasis". La ninfomanía se consideraba como un desorden psicológico exclusivamente femenino caracterizado por una libido muy activa y una obsesión con el sexo. En los hombres el desorden era llamado satiriasis. Actualmente, los términos "ninfomanía" y "satiriasis" no aparecen listados como desórdenes específicos en el DSM-IV, aunque permanecen como parte del CIE-10.

El umbral para lo que constituye la hipersexualidad está sujeto al debate, y los críticos preguntan si puede existir un umbral diagnóstico. El deseo sexual varía considerablemente en los humanos; lo que una persona consideraría como deseo sexual normal podría ser entendido por otros como excesivo y por otros como bajo.

El consenso entre aquellos que consideran la hipersexualidad como un desorden es que el umbral se alcanza cuando el comportamiento causa incomodidad o impide el funcionamiento social. Los hipersexuales pueden tener problemas laborales, familiares, económicos y sociales. Su deseo sexual les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, realizar con frecuencia llamadas a líneas eróticas y mantener relaciones sexuales con desconocidos, haciendo que su vida gire en torno al sexo.

La hipersexualidad puede expresarse también en aquellos con desórdenes bipolares durante periodos de manía. Personas que sufren de desorden bipolar pueden presentar continuamente enormes oscilaciones en el libido, dependiendo de su estado de ánimo. Algunas veces esta necesidad psicológica de actividad sexual es mucho más alta de lo que ellos reconocen como normal, y a veces está muy por debajo de ello.

La hipersexualidad es una de la dependencias menos conocidas y visibles, puesto que las personas que lo padecen suelen mantenerlo oculto y disimularlo, sobre todo con las personas conocidas (con las que se muestran incluso como tímidos). Se estima que hasta el 6% de la población lo padece, y que sólo el 2% de los afectados son mujeres. Tiene tratamiento siempre y cuando la persona que lo padece sea capaz de reconocerlo.

Referencias [editar]

  • Carol Groneman, Ninfomanía: Una Historia, (London: Fusion Press, 2001)
  • Adicción sexual y compulsividad: el Manual de tratamiento y prevención, (New York: Brunner/Mazel, 1994-)

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